El FC Barcelona ha brillado en los primeros 45 minutos de la final de la Copa del Rey ante el Sevilla. Los de Valverde han pasado como un ciclón sobre el césped del Wanda Metropolitano, marcando tres goles y neutralizando a un Sevilla totalmente bloqueado y sobrepasado por una manada de búfalos que les ha, literalmente, arrollado.
Ha mostrado el Barça su versión más demoledora, la que se ha visto en bastantes ocasiones esta temporada en todas las competiciones y, efectivamente, la que se echó de menos en el Olímpico de Roma. Un partido que dejará lamentablemente una mancha en la primera temporada del 'Txingurri' Valverde por lo dramático de su desenlace y lo trágico de su significado.
De la tragedia de Roma a la excelencia del Wanda
El FC Barcelona saltaba sobre el santuario de la capital italiana con una ventaja (4-1) que nadie, nadie, nadie podía pensar que sería insuficiente para estar en el bombo de semifinales de Champions. Pero sí, sucedió. Desde el 1-0 de Dzeko en el minuto 2 los hechos se fueron desencadenando, uno tras otro, ante la mirada totalmente incrédula de una afición culé que no sabía ni cómo reaccionaron. Las críticas arreciaron sobre los jugadores y sobre el técnico.
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Unas críticas que se vuelven en elogios después de unos 45 minutos excelsos, perfectos, en la final de Copa. Elogios, eso sí, con un mensaje encubierto. ¿Por qué no se jugó así en Roma? ¿Por qué no salió el cuadro de Valverde a morder y ha comerse el césped como sí lo ha hecho en el Wanda? Eso se preguntan muchísimos seguidores del cuadro azulgrana y tras estas líneas dejamos algunos testimonios de esa 'indignación' de la masa barcelonista.