No echó para nada de menos la Real Sociedad a un Willian José que todavía no tiene su situación definidia. Y lo hizo gracias a que ha nacido una sociedad formada por Odegaard e Isak. El cedido por el Real Madrid dio dos asistencias al sueco, mientras que rompió el empate con una falta ejecutada de manera excelente. Osasuna estuvo en el partido gracias a los errores de los 'txuri-urdin', pero el signo del encuentro cambio cuando Odegaard quiso.
Mucho respeto por parte de ambos equipos en los primeros compases del juego. Ninguno de los dos contendientes se resquebrajaba ante los intentos rivales, pero la Real Sociedad hizo valer su condición de local para dar un paso al frente a los diez minutos de juego. Los de Imanol Alguacil comenzaron a acercarse con peligro a la meta defendida por Juan Pérez y Odegaard fue el primero en intentarlo, pero su disparo se marchó arriba.
Nuevamente el noruego fue protagonista en la siguiente jugada de ataque de los 'txuri-urdin', cuando un centro desde la derecha fue cabeceado en el segundo palo por Barrenetxea, pero el meta rojillo estuvo muy atento para mandar el esférico a la esquina. Poco después, Isak disparó demasiado cruzado desde el interior del área tras una dejada del nórdico, el verdadero protagonista de la primera mitad.
Demasadas ocasiones sin premio hasta que al final llegó. Pasada la media hora de juego, una jugada calcada a la anterior acabó, esta vez sí, en gol. Los mismos protagonistas estuvieron más acertados y esta vez Isak afinó su puntería.
La Real Sociedad tenía el duelo controlado, pero en una acción aislada cedió el empate. Rubén García puso un balón en profundidad hacia Cardona, que batió a Remiro con un tiro cruzado. El tanto dio alas a Osasuna, que pasó a mirar de tú a tú a los locales. Moncayola, con un disparo desde la frontal estuvo cerca del segundo.
Una sociedad imparable
Dio inicio la segunda mitad con un aviso de Oyarzabal, cuyo tiro se envenenó tras tocar en un defensor y obligó a Juan Pérez a intervenir para despejar a córner. Parecía que los donostiarras se ponían el mono de trabajo, pero un error en defensa a punto estuvo de costarles caro. Moncayola robó un balón en la zona de iniciación y trató de hacer una vaselina a remiro, pero su tiro, que tocó el meta, se estrelló en el larguero.
El aviso rojillo puso en alarma a la Real Sociedad, que esta vez sí se fue en serio a por el partido. Odegaard se volvió a poner, como en la primera mitad, al equipo a la espalda y, pasada la hora de juego, rompió la igualada con una falta magistral que botó antes de besar las mallas. Solo nueve minutos después, el noruego sacó un córner al primer palo que Isak cabeceó a gol. De nuevo, la socidad entre el mediapunta y el espigado delantero volvía a funcionar.
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En la recta final, los rojillos apretaron, pero la Real Sociedad tuvo suficiente con aguantar las acometidas visitantes para seguir soñando en la Copa del Rey. El cuadro donostiarra va muy en serio, y más con una dúpla que promete mañanas, tardes y noches de gloria.