No pudo ser. El Badalona quedó apeado de la Copa del Rey ante un Granada que marcó en los primeros compases del choque pero que sufrió hasta la próroga para vencer al conjunto catalán (1-3).
Se adelantó pronto el Granada poniendo cuesta arriba el encuentro a los locales. Una asistencia de soldado la aprovechó Koybasi con la zurda solo ante Benítez. El guardameta escapulado pudo detener en primera instancia pero la suerte se puso del conjunto nazarí y el balón acabó entrando entre los tres palos.
A partir de ahí, el Granada se erigió como dominador del encuentro. Incluso pudieron ampliar diferencias los andaluces en un contragolpe que atajó Benítez saliendo valiente de su área. Vadillo tuvo su oportunidad al borde del descanso pero su disparo se marchó alto.
Con el 0-1 se llegó al descanso sin premio para los locales que también tuvieron sus opciones ante la portería de Escandell. La mala noticia para los andaluces llegó en forma de lesión. El goleador tuvo que ser sustituido y no pudo terminar el primer tiempo.
En la reanudación el Badalona salió dispuesto a remontar el partido y con una marcha más se lanzó al ataque llegando con peligro a la portería rival comandados por un gran Marc Carbó. El empeño tuvo su recompensa y Robusté peinó un córner servido por Esteban que sorprendió a Escadell y puso la igualdad en el marcador para mantener vivos en la eliminatoria a los de Manolo González.
Poco a poco los escapulados fueron acusando el esfuerzo de ese inicio fulgurante mientras el Granada, aún incómodo sobre el césped del Municipal, avanzaba posiciones aunque sin puntería. Resultado, una prórroga más para los andaluces en esta Copa y más minutos para luchar por estar en el sorteo del viernes.
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La primera ocasión de la prórroga fue para el Granada con un centro al primer palo que no envió fuera por muy poco Carlos Fernández. Él mismo volvió a rematar desviado un muy buen pase de Foulquier. Avisaba el Granada. Y el que avisa no es traidor. Minuto 101 de la prórroga. Córner para los de andaluces. Sirvió Álex Martínez, directo a la cabeza de Gonalons, que había salido en ese tiempo extra. Aún tuvo tiempo el equipo andaluz de sentenciar el choque tras una jugada personal de Carlos Fernández que obtuvo recompensa a su empeño.