El Girona cayó eliminado de la Copa del Rey en Cáceres tras completar un muy mal partido en el que no fue superior a su rival, de tres categorías menos, en ningún momento del encuentro.
David Grande adelantó a los locales pasado el primer cuarto de hora, pero Taty Castellanos empató antes del descanso. Ya en la segunda mitad, Iván Fernández, que acababa de entrar al terreno de juego, volvió a adelantar a los suyos a la hora de juego. Tras el 2-1, el conjunto de Míchel desapareció.
Tan solo un remate de Stuani nada más entrar fue lo único peligroso en ataque para un Girona que pudo terminar recibiendo hasta dos goles más al contragolpe. Un fenomenal Juan Carlos salvó a su equipo en dos ocasiones, en una de ellas ayudado por la madera.
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En el tramo final, los catalanes ni siquiera colgaban balones al área y las imprecisiones hacían acto de presencia, ante un Cacereño que se vino arriba al verse por delante en el marcador y que mordía en cada jugada visitante.