El Eibar visita Navalcarnero en busca del pase a los octavos de final de la Copa del Rey y con la idea de no repetir los errores que casi le cuestan su eliminación en la fase anterior contra otro equipo madrileño como Las Rozas, que fue capaz de empatarles un 0-3 en contra.
Ese conato de milagro es un aviso para los vascos pero al mismo tiempo un motivo de esperanza para quien será su rival tras sorprender a un conjunto de categoría superior como Las Palmas y que previamente había apeado de la competición al Badajoz.
Ambos fueron logros notables en el caso de los navalcarnereños, que en su sexta temporada histórica en la división de bronce del fútbol español después de ascender el pasado curso son terceros de su grupo con solo una derrota.
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El duelo, primero oficial contra un inquilino de la élite, se trata de un premio para la plantilla. De hecho todos juntos, con ayuda de canteranos y voluntarios, han puesto de su parte para retirar nieve del estadio, en el que habrá 420 socios del club.