Con sufrimiento y tras ir a remolque durante todo el encuentro, pero el Athletic logró el billete para la final del 18 de abril en La Cartuja. El Granada salió a por el encuentro desde el primer minuto e hizo lo más difícil, dar la vuelta a la eliminatoria, pero en una jugada aislada Yuri desmontó el sueño nazarí.
Empujado por un Nuevo Los Cármenes lleno a más no poder, el Granada cogió la batuta del partido desde el inicio, pero sin profundidad. Apenas gozaba de ocasiones el cuadro nazarí, que abusó de los centros laterales, ante un Athletic que se sentía cómodo defendiendo, casi sin salir de su área.
Pero cuando lo hizo, llevó peligro. Y mucho. Se enchufó Iñaki Williams e hizo funcionar a los de Gaizka Garitano, que gracias a las subidas por banda de Capa y Yuri tuvieron el gol. Un centro de Williams cabeceado hacia su propia portería por Víctor Díaz obligó a intervenir a Rui Silva, San José remató al lateral de la red y Raúl García mandó el balón a las nubes cuando lo tenía todo de cara para marcar.
Tras este triplete de sustos, el Granada volvió a coger el mando, pero no fue hasta el descuento que no gozó de una clara ocasión. Un testarazo de Yangel Herrera a la salida de un córner superó a Unai Simón, pero Iñaki Williams despejó sobre la misma línea de gol.
La jugada del duelo
Seguía mandando el Granada sobre el terreno de juego ante un Athletic desconocido, pero lo cierto es que el juego se animó y la posesión estuvo más repartida en la segunda parte. Parte de culpa la tuvo Carlos Fernández, que anotó una merecida diana a los pocos minutos de la reanudación al cabecear a gol un centro desde la izquierda de Machís. El Granada creía más que nunca, sobre todo porque la diana dejó al Athletic muy tocado.
Siguieron apretando los locales, aunque el conjunto vasco trataba de reaccionar. Las mejores ocasiones eran nazarís, hasta que Germán, a falta de un cuarto de hora para finalizar el choque, volteó la eliminatoria con un gran cabezazo a la salida de un córner. El sueño se cumplía y el Granada tocaba la final con sus dedos 61 años después.
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Pero los de Garitano no habían dicho su última palabra, y en la recta final del duelo, Yuri ganó la espalda a Foulquier en la banda izquierda y se sacó un disparo cruzado que superó al meta luso del Granada, que lo intentó en los últimos minutos, pero con más corazón que cabeza.