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El Chimy dicta sentencia en el descuento

El delantero de Osasuna volvió a salvar los muebles con un golazo en el tiempo añadido

Remontada rojilla que sufrió de lo lindo para eliminado al Haro Deportivo

Imagen de archivo del Chimy Ávila. / | sport
EFE

El argentino Ezequiel "Chimy" Ávila, uno de los jugadores más en forma en el fútbol español, ha salvado la continuidad de Osasuna en la Copa del Rey, al menos sin jugar prórroga, con un gol en el último minuto en el campo del Haro, un modesto equipo de Segunda B.

El partido comenzó con un Osasuna agresivo, por momentos, pero con pocos recursos para romper la poblada defensa riojana y una falta de adaptación clara al césped artificial. Marc Cardona y Juan Villar trataron de inicio de colocarse entre las líneas defensivas locales y, aunque la idea era buena, apenas les llegaron buenos balones para hacer dañó.

El equipo navarro adelantó más sus líneas y combinó más en ataque para generar ocasiones y lo consiguió; primero fue Rober Ibáñez (minuto 17), con un disparo flojo; y luego Unai García (33) con un remate de cabeza que rozó el larguero.

Tras el descanso, el equipo navarro volvió al campo con la idea de jugar con más velocidad y desde más atrás, para romper el entramado defensivo riojano desde el centro del campo. Pero el Haro supo leer bien la situación, cambio su "dibujo" y ganó presencia en la delantera con Ibra Dieng.

Y fue precisamente el senegalés el que inició la jugada que metió el miedo en el cuerpo a Osasuna; robó el balón por fuerza en la banda derecha y centró al área, conde esperaba Oscar Loza que en vez de rematar dejó el balón para que Mikel Bueno marcase y llevara el éxtasis a la grada riojana.

Joseba Arrasate decidió recurrir a sus delanteros titulares, el Chimy Ávila y Adrián para evitar la sorpresa y, por lo menos, paró el golpe. En la primera jugada con ambos en el campo, Nacho Vidal aprovechó un despeje "blando" del portero local y empató el partido con un cuarto de hora por jugar.

El equipo navarro se veía abocado a la prórroga, como mal menor, ante uno de los equipos más modestos de la Segunda B (recién ascendido y muchos de los jugadores que tenía en Tercera en el campo) pero con una organización defensiva encomiable.

 

Pero el delantero argentino, que solo disputó un cuarto de hora de partido, hizo lo justo para dejar clara su calidad; ganó la espalda a un defensa en el último minuto y superó por bajo la salida del portero riojano, con lo que impidió una prórroga que hubiera sido justa.