El President de la Generalitat, Carles Puigdemont, no se ha mordido la lengua a la hora de valorar todo lo ocurrido durante la semana a raiz de la prohibición por parte de la Delegación de Gobierno en Madrid de entrar esteladas en el Vicente Calderón: "El intento del Gobierno de intentar politizar el partido ha sido muy burdo y al final le ha salido mal porque tanto la afición del Barça como la del Sevilla han estado extraordinarias. Esto era una final de deporte no de política".
Tras el partido y después de sufrir lo suyo, Puigdemont seguía "cansado, pero ya más relajado porque todo ha acabado bien", reconocía.
El President ha visto a un Barça fuerte "y que ha sabido resistir hasta el final. Quedarte con uno menos es complicado y el equipo ha sabido sobreponerse".
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La entrega y actitud que ha mostrado equipo blaugrana durante todo el partido demuestra, según Puigdemont, que "lo que hace el Barça parece fácil pero no lo es. Para ganar siempre tiene que hacer más que el otro equipo y hoy, una vez más, no ha fallado y nunca ha dado el partido por perdido. El equipo ha sabido aguantar hasta el final".