Soñaba el Rayo Vallecano con otra noche mágica copera. Pero esta deberá esperar. Al menos hasta la vuelta en el Benito Villamarín, porque los franjirrojos se dejaron remontar el tanto inicial de Álvaro y deberán voltear la eliminatoria en Sevilla si quieren estar en la final de La Cartuja. La nota positiva para ellos es que los goles fuera de casa ya no valen doble y un gol en territorio andaluz bastaría para llevar el partido a la prórroga. El sueño sigue vivo, pero ya en estado de duermevela.
Se vistió de gala Vallecas para recibir a su Rayito. La gente botaba en las gradas. Era todo ilusión. Y el ambiente contagió al equipo, que salió como una moto de carreras. La presencia de Fran García había sido la gran sorpresa en el once de Iraola. El lateral, que no apuntaba a la alineación, se recuperó a tiempo de sus problemas musculares y el vasco no dudó en darle el carril izquierdo. La ausencia de Canales en el Betis por covid-19 fue cubierta por Ruibal. Pero claro, no es lo mismo. Perdían los verdiblancos a su sístole y su diástole en ataque y se notó.
La puesta en escena del Rayo, llevado en volandas por su afición, fue arrolladora. Y se tradujo en el marcador a los cuatro minutos de juego cuando Balliu, disfrazado de Dani Alves, conquistó la banda derecha para ponerle un centro milimétrico a Álvaro, que desde dentro del área cabeceó el balón a la red.
Rugió Vallecas. Y Fran García, que se las sabe todas, pidió más a los bukaneros, quienes respondieron a gusto con sus cánticos desde las gradas. El partido estaba donde lo querían los franjirrojos, pero poco a poco el Betis fue encontrándose a sí mismo a base de paciencia y mucha circulación de balón.
La diferencia, sin embargo, la marcó Borja Iglesias. En una jugada que no era nada y el gallego convirtió en oro con un par de recortes en la frontal. Después, cargó el fusil, y ejecutó a Dimitrievski desde fuera del área con un derechazo pegadito a su palo derecho. Pura magia.
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La segunda parte trajo de vuelta al Rayo, que salió apretando mandíbula en busca de la portería de Rui Silva. Pero faltaba morder y soltó Iraola al 'Tigre' Falcao. Tello entró por Juanmi en el Betis. Y en la partida de cartas de técnicos ganó Pellegrini, pues poco después de saltar al campo el extremo catalán desempeñó un rol fundamental en el segundo tanto verdiblanco. El papel de protagonista lo ejecutó William Carvalho, que tiró un delicioso cañito a Catena y silenció Vallecas con el 1-2. Luego el Betis pudo sentenciar, pero perdonó y hay eliminatoria todavía.