La Copa de África demuestra que el nivel de sus participantes es superior a lo que muchos pensaban. Nigeria y Egipto debutaban en esta edición ante dos combinados notablemente inferiores y, comandados por Victor Osimhen y Mohamed Salah, respectivamente, apuntaban a arrancar con dos triunfos.
Las estrellas de Nápoles y Liverpool no fallaron a su cita con el gol, pero no esperaban que sus equipos no conseguirían pasar del empate ante Guinea Ecuatorial (1-1) y Mozambique (2-2).
Las 'Águilas Verdes' empezaron por debajo en el marcador. Iban Salvador avanzaba a Guinea Ecuatorial en el 36'. Pero les duraría poco lo alagría. Quién si no, Osimhen firmaba las tablas en el 38'. Sin embargo, y pese a apretar con todo en busca del triunfo, el marcador no se movería más.
En cuanto a Egipto, los 'Faraones' abrieron la lata en el 2', con un tanto de Mostafa Mohamed a pase de Salah. Pero Mozambique prometería guerra. Witi y Bauque dieron la vuelta al marcador en solo tres minutos, en el 55' y el 58'. Por suerte para egipto, Salah volvió a aparecer para salvar los muebles sobre la bocina desde el punto de penalti, en el minuto 97.
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Las grandes estrellas se hicieron notar, pero no fueron suficientes para derrotar a dos combinados más débiles y con menos talento en su plantilla. De nuevo, la Copa de África da una lección sobre el nivel que tienen algunas selecciones con menos figuras.