La Copa de África no cesa al dejar momentos de los que quedarán en el recuerdo. En el Túnez - Mali disputado este miércoles, el árbitro William Sikazwe, de Zambia, pitó el final del partido en el minuto 85.
Ante la incomprensión y protestas del banquillo tunecino, el colegiado decidió volver a mirar su reloj y reanudó el juego. Al cabo de unos segundos, el juego continuó, pero la nueva sorpresa llegó cuando el partido se dio finalmente por finalizado en el 89:50, faltando aún un minuto en el tiempo reglamentario, y sin añadido, pese a haberse producido dos revisiones de VAR, una expulsión, dos penaltis, una pausa de hidratación y hasta nueve sustituciones en seis ventanas de cambios.
El encuentro era el primer partido del grupo E, y terminó con resultado de 0-1 a favor de los malienses, gracias a un gol de Ibrahima Koné en el minuto 47, desde el punto de penalti
Pese a las protestas visibles de los tunecinos cuando Sikazwe se dirigía a su vestuario, el encuentro no se volvió a reanudar, y el cuarteto arbitral tuvo que ser escoltado hasta el túnel de vestuarios ante la furia de los que actuaban como locales en el Limbé Stadium de Camerún.
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Al cabo de una hora, aproximadamente, el equipo arbitral, forzado por la CAF, ha accedido a reanudar el partido para jugar los minutos restantes. Mali ha accedido a saltar de nuevo al terreno de juego, pero el equipo tunecino lo ha rechazado y el partido se ha dado finalmente por acabado con el resultado de 0 a 1.