Como ocurre en todas las finales, la alegría de unos se convirtió en tristeza y decepción de los rivales. Mientras Chile celebraba su primera Copa América con su afición, Argentina se lamentaba por una dolorosa derrota en una final, justo un año después de caer en el Mundial ante Alemania.
Uno de los jugadores que más abatidos se mostraron fue Leo Messi. El mejor jugador del mundo y líder de la albiceleste recibió el cariñoso consuelo de unos niños chilenos que salieron a celebrar el título al césped del estadio Nacional de Santiago. Como se puede ver en las imágenes, uno de los niños le toca la cabeza de forma cariñosa.
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