Ni en sueños podía imaginar que abriría una tienda en Barcelona de la mano de Antonella”. A Ricky Sarkany casi se le cayó el telé- fono al suelo cuando le llegó al propuesta de la futura esposa de Messi tras conocerse, conectar y que fructificara una amistad que le ha llevado hasta el Passeig de Gràcia. Este argentino del Estudiantes de La Plata, que jugó a fútbol “en todas las demarcaciones hasta llegar a la portería con mi 1,65”, marcó el gol de su vida cuando formó este tridente empresarial con Antonella Rocuzzo y Sofía Albi, esposa de Luis Suárez.
“Ellos las han apoyado y, aún mejor, las han incentivado a emprender -explica el diseñador- porque son muy generosos y quieren verlas crecer”. Ese sueño hecho realidad de la mano de Antonella y Sofía se completó con la oportunidad de conocer a su ídolo, Messi, y confirmar que “es una persona humilde, sencilla, de altos valores y con un sentido de la vida ejemplar”. Sarkany dice que “todos los argentinos somos del Barça y fanáticos de Leo” y cuando le mencionas las críticas que recibe en su país, Ricky tiene claro que “es una minoría con poca memoria y muy injusta con él. Demasiada exigencia hacia alguien que pasea el nombre de Argentina por el mundo. Debemos dar las gracias por tener embajadores como Leo y el Papa”. Y tiene claro que “la rivalidad Messi-Maradona la gana el primero de escándalo. Es un ejemplo como persona casi tanto que como jugador”. Coge uno de sus zapatos, marca el 3 con los dedos, sonríe al fotógrafo y da las gracias a sus socias “por apoyar a los creadores sudamericanos por encima de los grandes nombres internacionales”. Este tridente va a golear en Barcelona, seguro.