- El ‘10’ del Barça rompió su silencio en ‘SPORT’ con una entrevista en la que se sinceró abiertamente y que generó ríos de tinta
- Los mensajes de Leo en su charla con SPORT tuvieron una repercusión de alcance mundial
No es fácil entrevistar a Leo Messi, pero SPORT lo consiguió el 12 de septiembre: relajado y dispuesto a hablar de cualquier asunto que surgiera en la conversación, el capitán del Barça charló con Ernest Folch y Albert Masnou, director y subdirector de SPORT. Messi no eludió ningún tema y quiso enviar varios mensajes a los aficionados del Barça: el primero y más importante es que mantiene intacto su plan de continuar en el equipo azulgrana a pesar de que su contrato le permita irse a final de cada temporada. «La cláusula o el dinero no significan nada para mí», reflexionaba Leo, que sin embargo también daba un toque de atención a quien correspondiera: «Yo no tengo intención de moverme a ningún lado, pero quiero seguir ganando».
Messi también confesó sin complejos que le habría gustado que el Barça hubiera sido capaz de lograr el fichaje de Neymar («me hubiese encantado, no sé si el club hizo todo lo posible, no tuve mucha información de cómo iban las negociaciones») y negaba rotundamente que el club y el equipo se movieran en función de sus órdenes. «Es obvio que yo no mando, soy un jugador más».
Leo también ofreció un consejo a Dembélé («debe hacer ese cambio a ser profesional, meterse eso en la cabeza, que sea una meta para él meterse eso en la cabeza») y apostaba por Carles Puyol como secretario técnico del Barça en un futuro. «Sería ideal para ese cargo».
En el plano más personal, Messi también desvelaba detalles muy interesantes. Por ejemplo, confesó que la Creu de Sant Jordi que había recibido meses antes le hizo especial ilusión («fue como cerrar un círculo, yo soy argentino, pero me siento catalán») y también aseguraba que su mujer, Antonela, lo es «todo» para él. «Sabe cómo entrarme en cada momento, especialmente en los malos, siempre está de buen humor y es una compañera espectacular». Además, Messi tuvo un recuerdo para Luis Enrique, que había perdido a su hija. «Lo vivimos muy mal, todos lo sentimos mucho», dijo.
MULTIPREMIADO
Era el único galardón individual que faltaba en el palmarés de Leo Messi: desde que la FIFA pusiera en marcha los premios ‘The Best’, en 2016, el argentino no había podido recogerlo, pese a ser segundo en 2016 y 2017. En la gala celebrada en Milán, Messi volvió a ser coronado como el mejor futbolista del mundo, por delante del holandés Van Dijk y del portugués Cristiano Ronaldo, que decidió no asistir a la gala pese a residir en Turín, a 90 minutos por carretera. Fue el noveno premio de este tipo (a través de votaciones de jugadores o periodistas y no de cifras objetivas) que recogió Messi, después de sus cinco Balones de Oro (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015), los dos premios de la UEFA (2011 y 2015) y el FIFA World Player (antecesor del ‘The Best’) que obtuvo hace una década, en 2009, tras su primer triplete con el Barça. El ‘The Best’ rompía la sequía de premios de Messi desde su Balón de Oro de 2015.
EL TRIUNFO DE UNOS SOÑADORES
España había ganado en 2006 el Mundial de baloncesto de Japón con una extraordinaria generación de jugadores, pero no aparecía entre las favoritas para conquistar el oro en China: Estados Unidos, Serbia, Francia o Argentina parecían contar con plantillas más equilibradas y con un punto más de experiencia.
El equipo dirigido por Sergio Scariolo aterrizaba en China con notables ausencias (sobre todo Pau Gasol, Ibaka y Mirotic), pero desde el arranque del torneo, la ambición de los muchachos de Scariolo, su capacidad para jugar en equipo sin perder de vista el liderazgo de Marc Gasol y el extraordinario torneo de Ricky Rubio llevaron a España a lo más alto. En cuartos, la selección superó a Polonia (90-78). El partido de semifinales ante Australia fue el más duro: 95-88 después de dos prórrogas.
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La final, ante Argentina, se convirtió en un partido plácido: España ganó por 20 puntos (75-95) y Ricky Rubio fue coronado como mejor jugador (MVP) del torneo.