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Messi fue Sant Jordi

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2017 / | sport
Javier Giraldo

- El argentino celebró de manera inolvidable su agónico gol en el 2-3 del Santiago Bernabéu

- El gol dejaba al Barça empatado a puntos con el Real Madrid en el liderato de la Liga 

No pudo elegir Leo Messi mejor escenario ni mejor momento para firmar su gol 500 como jugador del Barça: ocurrió la Diada de Sant Jordi y en el Santiago Bernabéu. Concretamente, en el tiempo de descuento de un clásico que dejaba la Liga más viva que nunca y que permitió al Barça auparse al liderato gracias a los tres puntos obtenidos en Madrid, aunque el Real Madrid tenía un partido pendiente y por lo tanto, una oportunidad más para sumar. Pero por encima de los números quedó la icónica imagen de Messi celebrando su gol ante la grada del Bernabéu y sosteniendo la zamarra azulgrana. Fue una de las imágenes de una Liga que, sin embargo, se le acabaría escapando al Barça, que se quedó a tres puntos del Madrid al término del campeonato.

Había sido un partido tan duro como vibrante: el Barça compareció en el Bernabéu en la jornada 33 sin Neymar, pero con una ambición desmedida, que sirvió a los de Luis Enrique para remontar el gol inicial de Casemiro. En el minuto 73, Rakitic firmó el 1-2 con un gran disparo desde la frontal y poco después, Sergio Ramos fue expulsado con roja directa por una entrada a Messi. «Cuando llegue a casa y lo vea por la televisión, se va a arrepentir, porque la entrada es claramente de roja», dijo Piqué después del partido. Parecía que el partido ya era de color azulgrana, pero a falta de cuatro minutos para el 90, James batió a Ter Stegen en pleno delirio del Bernabéu, que ya parecía acariciar el título de Liga. 

El Barça se repuso a lo grande, trenzando una jugada inolvidable: Sergi Roberto inició el contragolpe, André Gomes continuó la jugada y Jordi Alba vio a Messi acercándose al área de Keylor Navas. Sin pensárselo dos veces, el argentino remató a puerta, batió al portero del Madrid y lo celebró como nunca, ante la grada de Chamartín. El 2-3 era una bomba de oxígeno para el Barça. La Liga estaba más viva que nunca. 

El triunfo del Barça en el Bernabéu certificó el dominio azulgrana en el campo del Real Madrid: desde el 2-6 obtenido por el equipo de Guardiola en la temporada del primer triplete (2008-09) hasta el 2-3 protagonizado por el gol agónico de Messi, el Barça se anotó cinco triunfos en el campo de su eterno rival. 

El único que no pudo participar en la fiesta fue Neymar, que había sido expulsado diez días antes en Málaga y que fue sancionado por el Comité de Competición con tres partidos de castigo. 

LEO, 15 GOLES EN CHAMARTÍN

El jugador más temido por la afición del Santiago Bernabéu tiene nombre y apellidos: Leo Messi no es solo el máximo goleador en la historia del gran clásico del fútbol español (26 goles firmados ante el Real Madrid en cuatro competiciones: Liga, Copa, Champions y Supercopa de España), sino que a lo largo de una década ha ido marcando goles en el campo del eterno rival con una facilidad asombrosa. En total, el delantero argentino ya suma 15 goles en Chamartín, también en las cuatro competiciones. Sus primeras dianas ante el público del Madrid fue en el recordado 2-6, cuando anotó un doblete, aunque quizá su actuación más destacada (al menos desde el punto de vista exclusivamente goleador) fue en la temporada 2013-14, cuando logró un hat-trick en la victoria del Barça por 3-4. Su último gol (hasta el momento) lo firmó el 23 de diciembre de 2017, en el 0-3 del Barça.

NADAL ALCANZA LA DOBLE FIGURA EN ROLAND GARROS

Margaret Court llegó a ganar once ediciones del Open de Australia, pero ningún tenista masculino había ejercido un dominio tan absoluto en uno de los grandes torneos de tenis del circuito mundial como el de Rafael Nadal en la tierra batida de Roland Garros: logró su primer título en París en 2005, a los 19 años, y el domingo 11 de junio de 2017 alcanzó la doble figura, su décimo título en París

Lo hizo en dos horas y cinco minutos de partido frente al suizo Stan Wawrinka (6-2, 6-3 y 6-1) y ante  los 14.911 espectadores de la Philippe Chatrier. «Hacía tres años que no levantaba un Grand Slam y este título me hace especialmente feliz, por ser el número diez y porque detrás hay mucho trabajo y bastante sufrimiento», confesó el tenista balear, aún en la pista y ya con la Copa de los Mosqueteros en la mano. «Mientras sea feliz jugando, voy a seguir. Y cuando llegue el momento de dejarlo, lo aceptaré y a otra cosa. Cuando gané aquí en 2005 pensaba que en 2017 estaría en Mallorca pescando», admitió Nadal. 

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También fue un título especial para Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa, que en ese mismo momento empezaba a ceder el testigo de la preparación de su sobrino a Carlos Moyà. Ningún técnico había acompañado a un discípulo durante tantos títulos de Grand Slam como Toni a Rafa, un total de 15 títulos de Grand Slam.