- El fichaje más caro del Barça hasta ese momento se fue por la puerta de atrás por malentendidos, despropósitos e intereses
- Ronaldo dijo adiós tras una temporada de ensueño: 47 goles en 49 partidos
La afición azulgrana solo disfrutó del brasileño Ronaldo la temporada 1996-97. Pero un curso bastó para comprobar que el delantero era de otro mundo.
Conquistó el corazón de la afición con su habilidad, potencia y efectividad. Llegó, vio y venció... para irse al año siguiente después de una operación en la que la directiva azulgrana y los representantes se descalificaron mutuamente, echándose las culpas unos a otros del fracaso en la renovación del crack.
Ronaldo y el Barça separaron sus caminos el 28 de mayo. El jugador, desde Oslo, donde se encontraba con la selección de su país, aseguró que «me voy del Barça por una cuestión de dignidad personal». El presidente Núñez, tras anunciar que las negociaciones se habían roto, comentó que «importa más la seguridad del club que la de los jugadores».
En cualquier caso, mientras el Barça mantuvo que antes de las negociaciones los representantes de jugador, Martins y Pitta, ya tenían un acuerdo con el Inter de Milán, los agentes de Ronaldo explicaron que el Barça no cumplió con las cifras que había prometido al inicio de las conversaciones. Núñez, de todas formas, lo rebatió: «Aceptamos cosas impensables: pagar 1.000 millones antes de las 10.00 horas; 2.000 más antes de siete días...».
Ronaldo jugó 49 partidos oficiales con la camiseta del FC Barcelona y firmó 47 goles, a un promedio de 0,95 tantos por encuentro. Ganó tres títulos como azulgrana: Supercopa de España, Recopa de Europa y Copa del Rey.
¿Qué fue de él?
Después de causar baja en el Barça, Ronaldo pasó cinco temporadas en las filas del Inter de Milán, otras cinco en las del Real Madrid y dos en las del Milan. Finalmente, en 2011 colgó las botas en el Corinthians, anticipando su retirada por culpa de las lesiones.
A partir de ahí vinculó su imagen a la ONU como embajador de Buena Voluntad, protagonizó varias campañas publicitarias e intervino en una gira mundial de póker.
El 3 de septiembre de 2018 tomó las riendas del Real Valladolid al convertirse en accionista mayoritario del equipo pucelano, del que adquirió el 51% de las acciones. Fue un cambio de ciclo en la vida de esta leyenda del mundo del fútbol.
Deuda, venta y... demolición
El sábado 20 de septiembre voló el mítico estadio de la Avinguda de Sarrià. En la demolición se emplearon 72,5 kilos de goma 2 y, aunque la tribuna vieja no cedió del todo, la afición blanquiazul dijo adiós a la que había sido su casa a lo largo de 74 años.
La desaparición del campo supuso un duro golpe para la familia del RCD Espanyol, que se vio obligada a pasar página y empezar un largo peregrinaje hasta recalar en su nuevo hogar, el RCDE Stadium, en 2009.
La decisión se había tomado un tiempo atrás, cuando la Junta de Accionistas no tuvo más remedio que autorizar la venta de los terrenos. La deuda acumulada era insostenible (13.000 millones de pesetas) y el camino para asegurar la viabilidad del club pasaba por vender patrimonio.
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Sarrià fue inaugurado en febrero de 1923 y vivió momentos históricos, como los partidos que acogió en el Mundial de España 1982 o los de la campaña blanquiazul en la Copa de la UEFA 1987-88.