La religiosa Sor Lucía Caram se despachó a gusto con el árbitro del clásico, Jesús Gil Manzano. La monja, famosa por su devoción al Barça y Leo Messi, fue muy dura con la actuación del colegiado, al que llamó "ladrón" y "vendido" después de señalar el penalti en contra del Barça en la primera mitad del encuentro.
"Árbitro vendido, les han regalado un penalti", dijo inicialmente, a lo que después añadió "árbitro ladrón, jugamos con el árbitro en contra".
Pero Sor Lucía no solo criticó la actuación arbitral, sino que también fue dura con su propio equipo con comentarios como "tenemos una defensa ausente" o "vamos a cámara lenta".
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Pero sin duda, con quien fue más contundente fue con Cristiano Ronaldo. Si días atrás la monja había transmitido que el portugués le transmitía pena y que creía que estaba amargado, este sábado consideró que el portugués debía haber sido expulsado: "Cristiano merecía la roja", dijo en refenrecia a la patada que le propinó en el estómago a Dani Alves en la recta final del partido.