Luis Suárez, delantero del FC Barcelona, y sus compañeros acabaron desesperados con la actuación del colegiado Hernández Hernández. Y es que después de perdonarle la segunda tarjeta amarilla a Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, en la jugada polémica del minuto 23 de partido, que provocó una pañolada, en la segunda parte, nada más iniciarse el juego, volvió a repetir el error.
Una clarísima falta de Sergio Ramos por detrás a Luis Suárez fue nuevamente perdonada por el colegiado del clásico que la vio, pero no la sancionó como deberái ser. Es decir, con cartulina amarilla. Una cartjea que hubiera supuesto la segunda amarilla de Ramos en el partido y la conecuente expulsión del central madridista.
Ante esta nueva decisión del colegiado Hernández Hernández, Luis Suárez no tuvo otra reacción que resoplar y gesticular con las manos preguntándose que sucedía para que el árbitro en cuestión no pudiera señalar como deberái ser esa falta que había recibido.
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Y es que Sergio Ramos, que luego se las tuvo con Dani Alves, volvió a convertirse en el jugador indultado de un clásico.