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El objetivo principal del Barça era sumar tres puntos con los que aumentar a cinco su ventaja al frente de la tabla respecto al Real Madrid, que llegó al Clásico con dos puntos menos.
Cualquier marcador que hubiera significado el triunfo del equipo de Quique Setién habría dado, además, otra ventaja: dominar la diferencia de goles entre ambos equipos. Era un objetivo secundario, pero que, ante la igualdad que están manteniendo en la tabla los dos principales candidatos a LaLiga, puede acabar siendo determinante para saber quién acaba campeón del torneo de la regularidad.
MÁXIMA IGUALDAD
El Real Madrid arrancó un empate sin goles en el encuentro de la primera vuelta en el Camp Nou, por lo que el 2-0 conseguido ayer ante su afición supondría que los blancos quedarían por delante de los blaugrana si, transcurridas las 28 jornadas ligueras, los dos equipos suman la misma cantidad de puntos.
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En este momento el conjunto de Zinedine Zidane suma un punto más que su eterno rival y es líder de la tabla sin necesidad de recurrir a esta ventaja que ofrece el reglamento de LaLiga. Si el Clásico disputado ayer hubiera acabado en empate, la solución habría pasado por la diferencia de goles totales marcados y recibidos por cada uno de los dos equipos. También en este apartado la igualdad es máxima. Ambos conjuntos están en +31.