Seguro que si muchos aficionados hubiesen sido Luis Enrique, Rakitic no habría podido marcar el gol del 1-2 al Real Madrid. Y no lo hubiese podido marcar porque en las redes sociales eran numerosos los que creían que el croata no tenía el día y que había que cambiarlo. Por ejemplo, cuando entró André Gomes por Alcácer, más de uno apostaba a que el cambio era Rakitic.
Y es cierto que Rakitic no estaba haciendo un buen partido. Era, seguramente, de los más desacertados del Barcelona. Pero el técnico decidió mantenerle en el terreno de juego. Y en el minuto 27 del segundo tiempo, el centrocampista recompensó a Luis Enrique por su confianza. Recibió un balón en la frontal del área, recortó muy bien a Kross y con su pierna izquierda disparó con potencia y colocación hacia el palo largo, donde Keylor Navas no podía llegar de ninguna de las maneras.
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Era el 1-2 para el Barça y el partido se ponía muy de cara a los azulgranas...