El Barça visita este domingo el Santiago Bernabéu y los aficionados madridistas tienen motivos para ponerse a temblar. Nunca en la historia del clásico liguero, que se remonta a 1929, el conjunto azulgrana había logrado encadenar cuatro victorias ligueras en el feudo del máximo rival. 11 goles a favor y dos en contra. Unos números que reflejan el poderío azulgrana en el clásico.
Para encontrar el último Real Madrid- Barça perdido por los barcelonistas en feudo blanco hay que echar la vista atrás a la temporada 2014-2015, cuando Carlo Ancelotti entrenaba al Real Madrid, y Luis Enrique, al Barça. El 21 de octubre de 2014, los azulgranas cayeron por 3-1 después de que Cristiano, Pepe y Benzema remontaran el tempranero gol de Neymar.
Desde ese día, solo victorias azulgranas en Liga para la desesperación local. Dos con el propio ‘Lucho’ y otras dos con Ernesto Valverde. La campaña 2015-16, un contundente 0-4 al Madrid de Rafa Benítez, con doblete de Luis Suárez y goles de Neymar e Iniesta. Una temporada después, ya con Zidane en el banco local, 2-3 y la icónica imagen de Leo Messi, que firmó un doblete, mostrando la camiseta al tendido. El otro gol fue de Rakitic.
Valverde siguió a Luis Enrique
Con el ‘Txingurri’ siguió la racha, primero con el 0-3 de hace dos temporadas y Luis Suárez, Messi y Aleix Vidal como goleadores, y después, el 0-1 de la pasada campaña que se quedó corto por juego y se decidió con una ‘diana’ de Rakitic. Llegó solo tres días después de otro asalto al Bernabéu, el de las semifinales de la Copa del Rey (0-3).
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Cuatro triunfos seguidos en Liga que no tienen parangón. Solo en la época de Pep Guardiola, el Barça logró encadenar dos triunfos en el Bernabéu, el para siempre recordado 2-6 de la campaña 2008-2009 y un 0-2 en la siguiente. Hay que darle el valor que le corresponde, los más veteranos recordarán que desde 1949 a 1965 el Barça perdió en Liga hasta en 16 ocasiones consecutivas en feudo blanco. Ahora, entre el Bernabéu y el Camp Nou y en todas las competiciones, los azulgranas acumulan siete clásicos sin perder, desde la Supercopa de España en los inicios de Valverde. Tiene mucho mérito.