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Ronald Koeman va deshojando la margarita del once del clásico consciente de que hasta última hora no podrá tomar una decisión definitiva, condicionado por la presencia o no de Jordi Alba. El de L’Hospitalet no solo es clave en sus planes, es que, además, las posiciones de algunos jugadores pueden variar sustancialmente en función de si Alba es finalmente de la partida, o por el contrario, no llega a tiempo.
La del lateral zurdo es la gran duda en un equipo del que no se esperan grandes sorpresas, ni en nombres ni en la disposición táctica. Regresar a los tres centrales se interpretaría como un nuevo signo de debilidad ante un grande y el 4-3-3 permite explotar el juego de extremos ante una defensa blanca que sufre cuando se le juega con velocidad y centros laterales.
Están ‘cantados’ los regresos de Eric Garcia y Ansu Fati con respecto a la apurada pero vital victoria frente al Dinamo de Kiev. El central no pudo jugar por sanción y el delantero salió desde el banquillo para no cargarse excesivamente de minutos.
El equipo
Ter Stegen bajo palos ni se cotiza, mientras Mingueza apunta a lateral diestro para encargarse de Vinicius. El brasileño atraviesa por un gran momento de forma y el de Santa Perpètua es también rápido, aunque si busca más experiencia posicional, Koeman podría decantarse por Sergi Roberto. Eric Garcia y Piqué lo tienen todo para formar el eje.
El centro del campo no tiene aparentes motivos de grandes revoluciones y apunta a Busquets, De Jong y Gavi, que afronta con plenas garantías su primer clásico.
Arriba, Dest más adelantado se ha revelado como una buena solución a la espera de Dembélé, mientras Memphis se encuentra más cómodo en la zona del ‘9’ que por banda izquierda, reservada para Ansu.
Alba apura opciones
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Pero si no llega el de L’Hospitalet, entonces Koeman trazaría en su pizarra una diagonal que llevaría directamente al estadounidense al lateral izquierdo. Propiedad por méritos propios de Alba, Jordi apurará hasta el último instante sus opciones. El viernes no se ejercitó sobre el césped, se quedó haciendo tratamiento y este sábado sí tiene intención de probarse. Quiere jugar cómo sea, ayudar al equipo como en los anteriores clásicos y forzará al máximo, incluso si para jugar es obligado infiltrarse.