Tras marcar Messi el empate a dos, Pepe y Cesc se enzarzaron en un rifirrafe que acabó involucrando a varios jugadores de los dos equipos. Ajeno a toda la polémica y a todo lo que no fuera fútbol, Leo Messi cogió el balón del fondo de la red, celebró el tanto en apenas dos segundos y se dirigió rápidamente hacia el centro del campo dispuesto a buscar un nuevo tanto.
La imagen resume lo que fue la jugada de ese 2-2 y lo que fue el partido. Messi solo quería ganar e hizo lo posible para que el Barça se llevara los tres puntos. Lo consiguió y gran parte del mérito fue suyo.