Con el Barça haciéndose dueño del Santiago Bernabéu y ya con el 0-4 en el marcador, los aficionados, jugadores, entrenador y presidente del Real Madrid comenzaban a impacientarse. El ridículo se estaba haciendo más grande y en lo único en que pensaban era en que se acabase ya el Clásico y el electrónico no siguiese aumentando.
Uno de los hombres de Rafa Benítez, que entró al terreno de juego en el minuto 55 para darle descanso a un James Rodríguez -de lo mejor de los blancos-, Isco Alarcón, no tuvo mucha templanza. Y es que, sin llegar a los 30 minutos dentro del campo, fue expulsado por Fernández Borbalán tras propinar una vergonzosa patada a Neymar, que marcó un gol durante el encuentro
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La agresión, sin posibilidad de jugar el balón y la rodilla del delantero brasileño, supuso la roja directa. Algo lógico. Pero lo que realmente sorprendió fue la reacción del feudo blanco que aplaudió a Isco tras la acción y hasta que se marchó por el túnel de vestuarios. Aficionados locos que comenzaron pitando a Piqué, pidieron la dimisión de Florentino Pérez y acabaron pitando a Cristiano Ronaldo.