El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), líder de la Vuelta y vencedor de la contrarreloj de Pau, se sintió "feliz con el estreno en la Vuelta y el maillot rojo", pero lejos de confiarse, aseguró que "cualquier ventaja, aunque sea de 10 minutos, nunca es suficiente".
"Estoy realmente feliz con esta primera victoria en la Vuelta. Ahora soy el líder pero me planteo disfrutar de cada día. Hoy es un día especial, pero quedan muchas etapas. El objetivo es mantenernos fuertes como equipo y hacerlo lo mejor posible", dijo.
Aunque las diferencias fueron suculentas respecto a sus rivales directos, Roglic aseguró que "nunca es bastante": "La ventaja que puedas sacar nunca es suficiente, siempre te parece poco aunque tengas 10 minutos".
El nuevo líder de la Vuelta espera no tener el bajón que le impidió en el pasado Giro optar a la maglia rosa. "Eso nunca se sabe, ya veremos, pero lo importante es que me siento bien. He tenido dos caídas, empecé mal y luego tuve un percance en Andorra, pero me he recuperado bien y espero llegar con éxito hasta el final", apuntó.
Ante las etapas de montaña, Roglic espera tener como colaborador más estrecho al estadounidense Sepp Kuss, "un corredor muy fuerte, importante para mí, y eso lo saben los rivales porque cuando se pone a tirar lo notan en las piernas. Le necesito para la montaña".
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Sobre la posibilidad de soltar el jersey rojo, Roglic dijo que "habrá que ver cómo se presentan las etapas, ver las escapadas, pero ante todo habrá que estar atentos y concentrados para controlar y defender el maillot".