"No es cuestión de estar convencido de tener fuerzas. Todos llevamos mucha paliza encima y a todos nos duelen las piernas", ha manifestado Contador, tras cruzar la línea de meta de la etapa con final en Cangas do Morrazo.
Contador ha señalado que este final de etapa, en el que ninguno de los equipos de los velocistas han sido capaces de controlar el grupo, "ha sido una locura".
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"Había que estar muy atentos hasta el final, se iba muy rápido y era una auténtica locura, porque no había control por parte de los equipos de sprinters", ha afirmado.