Uno de los corredores que sobresalieron en la Volta a Catalunya fue Hugh Carthy, que a sus 21 años completó su mejor actuación como ciclista profesional, colándose entre los diez mejores de una carrera World Tour -9º-, además de adjudicarse el maillot blanco como mejor joven, manteniéndolo desde la 4ª etapa.
La exhibición de Carthy llegó en la montaña, su terreno ideal, donde se codeó con buena parte de las grandes figuras del pelotón internacional. En La Molina firmó un gran 10º puesto, mientras que en la cima de Port Ainé entró en un no menos meritorio 11º. Sendas actuaciones no solo despertaron la admiración de todos hacia el británico, sino que le consolidaron en la novena plaza de la general, y le hicieron acreedor de un maillot blanco que ya no soltaría, a pesar de todos los ataques en las subidas a Montjuic de la última jornada.
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