Hay jugadores que pueden valer partidos. En este caso, pueden significar algo más. Ziyech volvió a ser el mejor de un Ajax que tiene pie y medio en los octavos de final. Con un gol y una asistencia, fue decisivo para superar a un Lille fallón, y que se queda en la última plaza.
Ya conocedores del resultado del Valencia - Chelsea, los de Ten Hag salieron con todo. Pese a que no lo podían cerrar definitivamente, un triunfo ante el Lille lo dejaba todo muy de cara. Y los 'ajacied' lo sabían, pues salieron enchufadísimos al césped. Pasaron tan solo dos minutos cuando Ziyech abría la lata. Culminó una preciosa jugada colectiva con un remate ajustado desde la frontal, imposible para Maignan.
Los franceses, sin opciones de pasar a octavos, no se vinieron abajo. Había una remota, remota posibilidad de entrar en Europa League e iban a luchar hasta el final. Le discutieron la posesión del balón a un equipo experto en el tema, y pese a que Tadic tuvo el segundo poco después, Bamba desaprovechó una clarísima ocasión de gol para igualar la contienda. Totalmente solo en el área, remató al primer toque y el balón se fue a las nubes. Incomprensible.
Ten Hag tuvo que quitar a Labyad y a Mazraoui, lesionados, antes y después del receso. Lang y Edson Álvarez ocuparon sus lugares. Ese día, el Lille estaba negado de cara el gol. Parecía que no querían marcar. Y es que Ikoné tuvo una ocasión prácticamente calcada a la de la primera mitad, con el mismo final. Tiro franco por encima del travesaño.
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Ante un equipo como el Ajax, que además estaba siendo superior, esto no se puede permitir. Porque los grandes no perdonan. Ziyech se puso el traje de mago y regaló una deliciosa asistencia para Promes, que sentenció con el exterior de la bota. Ya en el tramo final, Onana, desaparecido, hizo acto de presencia. Dos paradones consecutivos a Bamba e Yazici para rubricar el triunfo 'ajacied'. La mala noticia, que el marroquí se tuvo que retirar por un fuerte golpe en el brazo. Ante el Valencia tocará rematar la faena.