Las finales de la Champions League son un juego de nervios y errores, y si no que se lo digan a Ederson, portero del Manchester City.
Con el partido completamente controlado por el conjunto de Pep Guardiola, el portero brasileño estuvo a punto de costarle un disgusto a su equipo regalándole el primer gol a Lautaro Martínez.
La jugada, que se produjo en el minuto diez de partido, no era más que un balón inocente colgado sin ningún tipo de peligro.
Sin embargo, las dudas de Ederson ante la presión de Lautaro hicieron que el balón quedara muerto en el área pequeña y que la defensa tuviera que despejar el esférico contra las cuerdas.
Finalmente, y por suerte para los intereses del City, todo acabó con un piscinazo de Lautaro en la lucha con John Stones.
TERROR A FALLAR
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Ante el disgusto de los seguidores del Manchester City, este no fue el único error de Ederson en la primera mitad. En el minuto 25, y tras una fácil cesión de Aké, el brasileño envió el balón demasiado a fuerte a Stones, pero el inglés no pudo controlar el balón y Barella probó de sorprender desde lejos, aunque sin fortuna.