Luis Suárez protagonizó uno de los momentos de la eliminatoria contra el Chelsea en Stamford Bridge. El delantero del Atlético fue sustituido en el minuto 59 para incredulidad suya y respondió con una sonrisa irónica que lo decía todo: no le gustó un ápice la decisión de Simeone.
El técnico rojiblanco optó por dar entrada a Ángel Correa en lugar del charrúa para lograr algo más de movilidad arriba en un contexto de partido en el que Suárez no estaba aportando, pues el Atlético se estaba viendo claramente superado y el delantero uruguayo no olía el área.
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Suárez y Simeone no se saludaron en la banda y el jugador se fue directo a la grada, los banquillos de la actualidad. No perdió en ningún momento una sonrisa sarcástica que dará que hablar.