Problemas para el Inter. Como viene siendo habitual, los de Antonio Conte mandaron en el duelo y generaron ocasiones para ganar, pero les faltó acierto en la definición. El Shakhtar Donetsk, por su parte, peleó con uñas y dientes para amarrar el 0-0 inicial. Lukaku y Barella se toparon con el palo y Lautaro, que volvió a ser sustituido, perdonó a puerta vacía. Segundo empate para los lombardos, ya sin margen de error.
Un ritmo eléctrico se apoderó del choque desde el pitido inicial. De entrada, un ida y vuelta parejo. Pronto, un creciente acoso ‘nerazzurro’. Lukaku dio el primer aviso. Se topó con Trubin en el mano a mano y cedió atrás para el remate de Barella contra el palo. El Shakhtar, más exigido que ante el Real Madrid, se concentraba en mantener el orden defensivo.
Pero el Inter, vertical, intenso, tenía el gol entre ceja y ceja. Si no llegó antes del descanso fue por los reflejos de Trubin. El portero de 19 años repelió un tiro de Barella y desvió al larguero una violenta falta directa de Lukaku.
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El cuadro italiano redobló la ofensiva tras el asueto. Tras un primer intento de Brozovic, Lautaro disparó fuera a puerta vacía. Con el avance del crono, la ansiedad hizo mella en un Inter al que no mejoraron los cambios. El Shakhtar, muy sólido, mantuvo el orden atrás y amarró un resultado que le deja a los de Conte contra las cuerdas.