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El Sevilla viaja a lo desconocido con la intención de encarrilar su tercera participación consecutiva en la fase de grupos de la Champions League. Una clasificación vital para las arcas hispalenses, ya que asegura un ingreso de un mínimo de 12 millones en premios.
El conjunto que dirige Eduardo ‘Toto’ Berizzo parte como claro favorito por historia y palmarés ante un recién llegado como el Barsaksehir turco, un equipo fundado en 1990, pero que ha crecido hasta el punto de discutir la hegemonía en Estambul a históricos como Fenerbahçe, Besiktas o Galatasaray.
Los vigueses han viajado con la mosca tras la oreja, ya que la supuesta perita en dulce es un equipo con futbolistas experimentados como Adebayor, Clichy o Inler que lleva tres años jugando competición europea, que el pasado curso se proclamó subcampeón de la Liga turca y que en la ronda anterior ha dejado en la cuneta al Brujas.
Por si todo esto fuera poco, los pupilos de Abdullah Avci llegan mucho más rodados a la cita, ya que además de la eliminatoria contra el Brujas, este fin de semana debutaron en el campeonato doméstico con victoria ante el Bursaspor (1-0).
El presidente del Sevilla, Pepe Castro, recordó a su llegada a Estambul que el encuentro es “una final en agosto y tenemos la obligación de estar donde hemos estado los dos últimos años”.
Berizzo no puede contar con los lesionados Franco Vázquez y Carriço y tiene a Mercado, Correa y Sarabia recién salidos de problemas físicos.
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La gran duda del técnico argentino está en decidir si alinea de salida a dos de las últimas incorporaciones, Nolito y Jesús Navas, o apuesta por un once más rodado.