No estaba acostumbrado el Bayern de Múnich a encadenar tres partidos oficiales sin conseguir la victoria. La derrota en el Calderón y los dos empates consecutivos en la Bundesliga ante Colonia e Ingolstadt habían encendido la luz de alarma dentro del club. Pero ante el PSV Eindhoven tardaron poco en volver a poner las cosas en su sitio.
Con prácticamente el once de gala, formando delantera con Robben, Müller y Lewandowski, los de Ancelotti no dieron apenas opción al conjunto holandés desde el pitido inicial. En apenas 20 minutos ya ganaban 2-0, con tantos de Müller, que volvió a marcar tras haberlo hecho por última vez en la Supercopa Alemana ante el Dortmund, y Kimmich, cuyo rendimiento goleador empieza a ser algo muy serio: siete goles en los últimos ocho partidos oficiales con el Bayern.
EL BAYERN SENTENCIA EL PARTIDO
Luciano Narsingh, con una gran jugada individual y mejor disparo, puso emoción antes del descanso pero Lewandowski primero, tras aprovechar un rechace del guardameta visitante a tiro de Robben y el propio holandés, al cabecear sobre la salida de Zoet, liquidaron un encuentro que por momentos de la segunda mitad pareció estar abierto, con ocasiones para uno y otro equipo, aunque la eficacia estuvo del lado local.
El Bayern no estaba para más sorpresas. Los recuerdos a la etapa de Guardiola que resonaron estas semanas quedaron apagados con una contundente goleada. Alguien tenía que pagar los platos rotos de la mala racha y le tocó al PSV de Phillip Cocu. Veremos cuánto dura.
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