Los octavos de final ya casi están sellados para los parisinos. Lo resolvieron en la segunda parte en un partido plácido donde brilló Mbappé en 40 minutos. Lo que necesitó para anotar un hattrick y firmar una asistencia saliendo desde el banquillo. El Brujas sufrió el show de un jugador de época. Bárbaro.
Los de Tuchel, conscientes de la situación del grupo, sabían que un triunfo en terreno belga era poner un pie y medio en los octavos de final y otro pie y medio en la primera plaza del grupo. El Brujas fue atropellado en unos primeros minutos brillantes de los parisinos que los culminaron con un gol tempranero de Icardi.
El argentino aprovechó un centro con el exterior de Di María, marca de la casa, para batir a Mignolet. Pese al resultado favorable el PSG no aflojó y pudo sentenciar el choque el propio Ángel con un uno contra, solo ante el portero, que quiso ajustar tanto el extremo que lo mandó fuera de forma incomprensible.
El paso de los minutos favoreció a lo locales que empezaron a tomar una versión más cercana a la ofrecieron en el Santago Bernabéu donde arrancaron un empate de mucho mérito. Mejoraron pero no intimidaron a un Keylor Navas que el solito se complicó la vida en un despeje en la mejor ocasión para los locales en la primera mitad.
Mbappé esperaba su turno en el banquillo para revolucionar el encuentro y así lo hizo nada más ingresar al terreno de juego. Primero un tanto de cabeza aprovechando el mal rechace de Mignolet y apenas dos minutos después asistió a Icardi para que se apuntara el doblete. En Europa Mauro está de dulce.
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No frenó Kylian pese al resultado que anotó dos goles más para firmar un hattrick y una asistencia en apenas 40 minutos de partido. Lo del francés es puro fútbol y él solito puso el luminoso en un 0-5. Pagas entradas para verlo. Que lo fichen unos que van de azulgrana.