El gol de Xabi Alonso y el penalti señalado por el colegiado Cuneyt Cakir sobre Javi Martínez encendieron los ánimos en el Allianz Arena. Con la eliminatoria en un puño, los rojiblancos subieron el grado de intensidad y eso se vio en las dos jugadas siguientes a la pena máxima lanzada -y fallada por Müller-.
Fruto de esa tensión dos personas de sangre caliente como Franck Ribéry y Diego Simeone se enzarzaron en una pelea dialéctica que les llevó casi a las manos.
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Mientras Lewandowski estaba tendido en el suelo después de recibir un golpe en el pecho, el francés protestó la jugada al cuarto árbitro. Ahí apareció Simeone, que agarró al jugador por los hombros antes de que el francés lo rodeara y se puso con él casi cara a cara. Por suerte pudieron intervenir antes de que la sangre llegara al río -Guardiola fue uno de los que intentó mediar entre ambos- y la acción acabó quedando en nada.