Las sensaciones del partido de Mánchester, pese a la derrota final, tuvieron continuidad en Do Dragao, donde el Oporto venció con suficiencia al Olympiacos.
Antes del dominio local, llegó el primer tanto. Fábio Vieira remacho un balón muerto en el corazón del área para abrir la lata. Los de Conceiçao, a partir de ahí, llevaron la manija del encuentro en todo momento.
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En la recta final del choque, El Arabi tuvo el empate en sus botas para los helenos, pero Marchesín desvió el balón con los pies y, acto seguido, Oliveira sentenció el choque de cabeza, al llegar desde atrás y aprovechar una asistencia de Marega. Los portistas, con esta sólida victoria, presentan su candidatura para los octavos.