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Okafor inclina la balanza a favor del Salzburgo

Los 'toros rojos' se llevaron los tres puntos tras superar por la mínima al Dinamo Zagreb

Sesko y Orsic, grandes protagonistas de la previa, no tuvieron su día

El Salzburgo consiguió su primera victoria en la fase de grupos de la Champions League frente al Dinamo de Zagreb gracias a un gol de penalti de Okafor / | TELEFÓNICA
Alberto Teruel

El partido prometía goles, pero terminó decidiéndose por la mínima. La presencia de Sesko y Orsic sobre el césped apenas se hizo notar, y tuvo que ser Okafor, desde los once metros, el encargado de inclinar la balanza a favor del Salzburgo. El delantero suizo, a pesar de contar con menos cartel que los otros dos 'pistoleros', ya registra tres goles en las tres primeras jornadas de Champions, convirtiéndose en el principal artífice de que los 'toros rojos' ganen enteros para superar la fase de grupos.

La igualdad fue la nota dominante de la primera parte. Ambos equipos conocían de antemano las cartas de sus adversarios, por lo que extremaron las precauciones. Orsic apenas pudo cabalgar a campo abierto, mientras que Okafor y Sesko fueron secados por la defensa del Dinamo Zagreb. Este escenario propició la aparición de otros protagonistas. Ljubicic ganó presencia en campo contrario, mientras que Kjaergaard impulsó las escasas ocasiones del Salzburgo.

El cuadro local era el menos favorecido por las tablas que imperaban en el electrónico, por lo que pisó el acelerador en el inicio del segundo acto. Hubo diversas aproximaciones, pero ninguna entrañó tanto peligro como el testarazo de Sesko en el interior del área. La ocasión del ariete esloveno era manifiesta, pero Livakovic fue capaz de detener el remate con el rostro.

La insistencia del Salzburgo finalmente se vio recompensada en forma de pena máxima. Aprovechando una jugada de estrategia, Ulmer tiró un desmarque para internarse en el área contraria, donde fue derribado por Moharrami. A Okafor no le tembló el pulso en el momento de poner el esférico sobre el punto de penalti, e incluso se permitió la frivolidad de engañar al portero antes de marcar el tanto inaugural.

El Dinamo Zagreb, que hasta el momento había abusado del contraataque para generar peligro, se vio obligado a cambiar el guion para intentar revertir el marcador. Cacic introdujo tres cambios y el cuadro croata apretó, llegando incluso a acariciar el empate con las manos cuando Petkovic se plantó en situación de mano a mano ante Köhn. El meta suizo, lejos de amedrentarse, se hizo gigante para salir victorioso del duelo.

 

Lo que parecía ser el indicio de una rebelión terminó convirtiéndose en un espejismo. En el último tramo del encuentro, el Salzburgo estuvo cerca de firmar el segundo, pero Livakovic volvió a frustrar el intento de Sesko. No fue hasta el último el Dinamo Zagreb fue capaz de igualar la contienda, pero toda la euforia se diluyó en cuanto el linier levantó el banderín para señalar fuera de juego.