El Mónaco ha puesto punto y final a su andadura en Europa cerrando una nefasta fase de grupos que le deja fuera, incluso, de la Europa League.
Con tres derrotas y dos empates el equipo de Jardim acabará último del grupo pase lo que pase en la última jornada, en la que los monaguescos jugarán un partido de tramíte en Porto.
El campeón francés necesitaba una victoria frente a los alemanes para seguir soñando con la segunda plaza del grupo, pero todo se vino abajo en solo nueves minutos, los que necesitó el Leipzig para sentenciar el partido con dos goles, ambos con la inestimable colaboración de un esperepéntico Jemerson que se marcó el marcó el primero y le regaló el segundo a Werner dándole un pase perfecto.
La superioridad de los alemanes en la primera mitad fue insultante. El equipo de Jardim, horrible en defensa, inexistente en ataque y sin centro del campo, fue vapuleado y quedó en evidencia constantemente.
En plena avalancha del Leipzig y con el Mónaco totalmente groggy llegó el 0-3, fruto de un penalti cometido por Falcao sobre Orban que transformó Werner. Una humillación en toda regla que pudo ser peor si el propio Werner hubiera acertado en otra clara ocasión solo ocho minutos después y con la colaboración, una vez más de Jemerson.
Falcao, en una jugada aislada rematando de cabeza una falta acortó distancias a dos del descanso, pero segundos después, una genialidad de keita aprovechando la pasividad de los centrales aumentó de nuevo la ventaja para los alemanes.
La segunda parte fue un trámite. El Leipzig bajó el pistón y cedió el balón a un equipo local inoperante y que nunca dio sensación de poder levantar el partido. No hubo ocasiones claras y el partido se endureció en algunas fases fruto de la impotencia de un Mónaco desesperado y que no pudo digerir la humillación
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El marcador ya no se movió, el Mónaco se despidió de Europa y el Leipzig se jugará la se jugará la segunda plaza con el Porto en la última jornada.