Silenció Marcos Llorente Anfield cuando más rugía el templo del Liverpool. El 2-0 de Bobby Firmino dejaba la eliminatoria muy cuesta arriba para los de Diego Pablo Simeone. Ahí apareció el mediocentro madrileño para reivindicarse.
Aprovechó una asistencia de Joao Félix tras una pésima cesión de Adrián para ajustar el 2-1 con un lanzamiento cruzado. El banquillo y la afición atlética desplazada al Merseyside se volvió absolutamente loca. Pero lo mejor estaba por llegar. Álvaro Morata ganó el carril derecho, la dejó en el alféizar del área y ahí Llorente enmudeció por completo a la afición 'scouser'. Entre un mar de piernas y ante la inminente llegada de Milner, el rojiblanco tuvo tiempo de parar el cronómetro, mirar a portería y ajustar un derechazo imparable al palo.
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Delirio total de la hinchada colchonera. Marcos Llorente, que apuntaba a titular en el puesto de Ángel Correa, dejó su sello en el encuentro y encarriló los cuartos de final para un Atlético que nunca deja de creer.