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El Olympique de Lyon dio la campanada y se cargó al Manchester City. El talento de los de Guardiola fue ahogado por la disciplina y la eficacia de los galos de cara a gol. El partido quedó resumido en un fallo, el de Raheem Sterling. Tras completar una notable actuación, el inglés falló a puerta vacía lo que habría sido el 2-2 a tres minutos del final. En la siguiente acción, Dembele puso 1-3 para finiquitar a los de Pep, que vuelven a estamparse por tercer curso en el muro de los cuartos de final.
Hasta 15 tiros realizó el Manchester City. Convertir tan solo uno de ellos es un lujo que no se puede permitir en cuartos de la Champions League. Más allá del fallo de Sterling, Gabriel Jesus tampoco tuvo su día de cara a puerta. La defensa se tambaleó en las contras francesas, y el coraje de De Bruyne, esta vez, no fue suficiente.
Guardiola trató de sorprender con su once y apostó por tres centrales, con la novedad de Eric Garcia. Pep demostró que mantiene su confianza en el catalán, que cuajo un buen partido. Más señalado quedó Fernandinho, reciclado como central derecho, superado en defensa y errático con el balón. Por aquel carril llegaría el gol del Lyon, un balón directo a Ekambi que cortó Eric Garcia a la carrera, pero lo recogió Cornet para batir a Ederson a media salida. Se cumplía la profecía de Pep en la previa: a un partido, los favoritos se difuminan.
El City reaccionó. Mejoraron los celestes en el tramo final del primer tiempo, y sobre todo en la segunda mitad con la erupción de Kevin De Bruyne. El belga lideró al City, muy superiores en la segunda mitad, y encontró el premio en una internada de Sterling, que sentó a Denayer para ceder a De Bruyne de segunda línea. Empate y partido abierto.
Con el 1-1 el partido se descarriló. Se abrieron las defensas y tuvo ocasiones suficientes el City para dar la vuelta al marcador, dos de ellas a los pies de Gabriel Jesus, que no acertó como ante Courtois. Ante esos fallos, lo que acabó por decidir fue la falta de contundencia de la defensa del City. Un mal despeje de Laporte acabó a los pies de Aouar. El mayor talento del Lyon filtró un balón a la carrera de Dembele, que dejó atrás la adelantada zaga del City y definió entre las piernas de Ederson.
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