El Salzburgo dejó escapar un triunfo que tenía casi en el bolsillo. Los austriacos habían logrado remontar el duelo a base de ritmo altísimo, ocasiones y el instinto de Szoboszlai y Junuzovic. Pero faltó pegada. El Lokomotiv, que logró mantenerse vivo durante todo el partido, empató con merecimiento.
El inicio fue del Lokomotiv. Los rusos aprovecharon la precipitación para hacer daño. El Salzburgo trató de apretar arriba, pero llegó tarde a todas las presiones. Atacó el Lokomotiv como quiso en los primeros instantes y dispuso de ocasiones para abrir boca. Miranchuk, primero, y Zhemaletdinov, después, rondaron el gol ante un Salzburgo que quería correr antes de andar. Demasiado balón arriba buscando el poderío ofensivo de Daka y Koita. Demasiado partido el equipo. Faltaba pausa, toda la que le dio encajar. Córner que peinó Zhemaletdinov y cabezazo de Eder para dentro.
Los austriacos calmaron sus ánimos, aprovecharon el bloque bajo del rival para dominar el duelo y le metieron ritmo. El Salzburg logró acumular talento en área rival y Koita y Daka empezaron a aparecer con sus diagonales. Cuando eso sucedé, el cuadro de Marsch se divierte. Avisaron Ulmer y Camara. Remató Szoboszlai. Zapatazo del húngaro para empatar.
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En la reanudación, ‘huracán Salzburgo’. Se lanzó el cuadro austriaco sobre el área rival y Junuzovic, tras tocar en un zaguero, puso a los de Marsch por delante. Solo se jugaba en una portería. Koita, en un remate en el área, tuvo el 3-1, pero se topó con el palo. El Salzburgo siguió con su ritmo altísimo, pero el Lokomotiv, que aprovechó los cambios a la perfección, logró empatar en una de las pocas que dispuso. Tras el 2-2, aguantó bien el cuadro ruso, aunque Daka la tuvo en el último minuto. Al Salzburgo le faltó pegada.