No todos los jugadores del Bayern de Múnich celebraron la contundente (5-0) victoria ante el Besiktas en la Champions League de la misma forma. La excepción que conforma la regla esta vez fue Arjen Robben, quien al término del encuentro mostró su tremendo enfado con el preparador de la escuadra bávara, Jupp Heynckes. “Si expreso ahora lo que siento, mañana estaré (sentado en el despacho) con el señor (Karl-Heinz) Rummenigge”, señaló el extremo holandés a los micrófonos de la televisión ‘Sky’, en clara alusión a una posible reprimenda por parte del presidente de la junta directiva del Bayern de Múnich en caso de que se excediese en sus palabras.
El enfado del exmadridista, al parecer, vendría motivado por su suplencia en el Allianz Arena en beneficio de James Rodríguez. Heynckes concedió galones al cafetero ante el Besiktas y sólo cuando éste se lesionó al filo del descanso el técnico decidió recurrir a Robben. “Hago lo que me parece correcto. Eso debe ser aceptado por todos y ¡punto!”, subrayó el entrenador en un intento de zanjar el debate sin hacer más sangre.