El Leipzig silencia Celtic Park

Dos goles en el tramo final de un partido frenético dieron al Leipzig tres puntos de oro para seguir soñando en estar en los octavos de final de la Champions. El Celtic, pese al empuje de su gente, no le valió una buena actuación colectiva para superar el fútbol alemán y cae a la última plaza de un grupo en el que seguir vivo en Europa se va a vender muy caro.

El Leipzig, consciente de las salidas frenéticas de su rival, dejó en Alemania las transiciones que practican en la Bundesliga para intentar cuidar la pelota, apostando por un fútbol control que calmase las acometidas del Celtic.

Fruto de este planteamiento, los de Marco Rose dominaron con balón y, merodeando la frontal, generaron situaciones de peligro con la calidad que tienen en la combinación.

Pero el Celtic, empujado por su afición, empezó a tirar de verticalidad para contrarrestar la hoja de ruta que había preparado Marco Rose.

Dos palos en una misma jugada en el minuto 27’ fueron el detonante de los escoceses para revertir la dinámica que había cogido el partido.

El Celtic, con una primera presión muy intensa que puso en aprietos la defensa liderada por un descomunal Gvardiol, siguió amenazando la meta de Janis Blaswich.

Furuhashi tuvo la más clara con un cabezazo que se fue alto tras un centro medido de Haksabanovic.

La más clara del Leipzig, en cambio, no llegó hasta el añadido de la primera mitad, con una gran acción de Nkunku que desbarató con un buen pie Joe Hart.

Un Joe Hart que también apareció en la segunda parte, hiciendose grande y desbaratando un mano a mano a Orban tras un pase filtrado de Haidara.

Con los cambios del conjunto escocés, el partido volvió a subir de ritmo, en un intercambio de golpes con finalizaciones erráticas hasta que combinaron por primera vez con precisión André Silva y Timo Werner.

El portugués rescató un balón dentro del área que metió para atrás directo a la cabeza del alemán, que la puso suave al segundo palo lejos del alcance del portero inglés del Celtic.

Con el resultado en contra, los escoceses se echaron para adelante y lo intentaron todo para rascar ni que fuera un empate.

Lo probaron persistentemente dos recambios como Giakoumakis y Mooy, pero fue Forsberg, después de una gran asistencia de Werner, quin remató el partido subiendo un 0-2 que dejó helado Celtic Park y que a la postre acabó siendo definitivo.

Un resultado que, combinado con el empate del Madrid, catapulta al conjunto alemán a la segunda plaza, mientras que el Celtic se aleja peligrosamente de cualquier opción de seguir en competiciones europeas esta temporada.