El Manchester City llegó a la última jornada sin presión ni exigencias, pero no tuvo una buena noche en Leipzig. Los de Guardiola cayeron derrotados ante el conjunto alemán, que de esta forma se aseguró el billete para la Europa League, en una noche en la que el marcador no fue el peor peaje para Pep: Kyle Walker fue expulsado y se perderá los octavos de final.
Gran parte de crédito merecen también los alemanes, que pese a haber despedida a su entrenador Jesse Marsch días atrás mostraron que su identidad parece intacta. A base de presión y verticalidad consiguieron causar problemas al City desde el arranque. Szoboszlai abrió la lata en una contra lanzada por Laimer, que Stones erró en achicar.
Pese a convocar a cinco jóvenes del filial, Guardiola no dio la titularidad a ninguno para presentar un once más que competitivo, con nombres como De Bruyne, Grealish, Gündogan o Foden. Sin embargo, el nombre más destacado del City en el primer tiempo fue el portero. El americano Steffen evitó en dos grandes intervenciones que Forsberg o André Silva ampliaran el margen.
El City dejó intentos tímidos a través de Grealish o De Bruyne. Pep dio entrada a Sterling en la reanudación, el equipo pareció mejorar pero acabó por pecar de lentitud en el tramo final. La falta de acierto acabó con el Leipzig sentenciando en otra contra: Stones volvió a errar, esta vez en salida, y André Silva acabó fusilando a Steffen.
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En los minutos finales recortó diferencias Mahrez, que remató al segundo palo un envío de Zinchenko. Las revoluciones subieron en los instantes finales, y Walker acabó expulsado por una incomprensible patada a André Silva. Roja directa para el inglés, que llegará a los octavos sancionado para lamento de Pep, que tendrá en este partido una advertencia futura para su City.