El delantero del Nápoles rompió a llorar al acabar el partido, después de haber fallado un penalti en el minuto 49, cuando el resultado era de 1-2. Tras ese error, parte del público la tomó con él y fue abucheado.
No fue la noche de Insigne, pues para colmo de males, su entrenador Maurizio Sarri, lo sustituyó a media hora del final por Gabbiadini. Entre eso, el penalti fallado y la derrota final, el canterano acabó el duelo muy afectado. A pesar de ello, el Nápoles continúa líder del grupo B, aunque ahora con sólo un punto de ventaja sobre el Besiktas.