El cholismo estará en octavos. En un partido de supervivencia ‘made in’ Atlético del pasado, los rojiblancos lograron un triunfo de oro que les da el billete para los octavos. Séptima vez en ocho temporadas con Simeone en el banquillo. Sufrieron, lo pasaron mal, vieron como el Salzburgo llegaba una vez tras otra, pero como el que no quiere la cosa aguantaron vivos. Como lo hace un ‘grande’ y martillearon cuando había que hacerlo.
Un triunfo tremendo para seguir con una temporada que pinta bien. Hermoso fue el líder de la zaga y redondeó su actuación abriendo la lata. Carrasco, incansable, lo cerró todo. El Salzburgo estará en la Europa League. Hay que quitarse el sombrero con este equipo. Le falta, eso sí, pegada. Por suerte.
“¡Estad tranquilos!”. Por mucho que Simeone se empeñara, no había quien jugara en ese inicio intimidatorio del Salzburgo. Imposible. Marsch propuso un rombo en medio y el Atlético quedó maniatado. El rival robaba en campo rival con suma facilidad, con una presión arriba agresiva. Luego solo había que lanzar a Daka y Koita.
Para eso estaba Berisha, que avisó estrellando un balón a la madera. Apretaba el Salzburgo, creando más miedo que ocasiones con su juego, e impidiendo que Koke y Saúl pudieran entrar en juego. Viendo aviones pasar. Había que esperar. El dominio del Salzburgo duró un milenio para los rojiblancos, que salieron vivos de milagro. Gracias también a Oblak, que sacó una buena mano a Szoboszlai, y a Koita, que le pegó al suelo.
Nada de Joao Félix y Suárez. El paso de los minutos favoreció al Atlético, que aprovechó las molestias de Wöber para tomar aire. El parón les hizo crecer y Llorente advirtió de la mejoría con un trallazo desde la frontal. El balón cogía terreno de nadie, con un Salzburgo obligado a penetrar siempre por banda.
Koke y Saúl se agigantaron y empezaron a sostener a su equipo. El duelo se igualó. Hizo daño Daka a la contra, pero poco más. El temporal había pasado, así que al Atlético le tocaba decir la suya. Hermoso fue el encargado. Carrasco la puso como hay que ponerla y el central peinó a la red. Descanso.
En la reanudación, volvieron los fantasmas de la primera mitad, pero el dominio austriaco fue algo menos asfixiante, aunque con mejores ocasiones. Szoboszlai tuvo una clamorosa nada más empezar ante Oblak y luego llegaron desde la factoría Daka. Sin acierto alguno. El Atlético iba sobreviviendo con el 0-1, logrando tener fases con balón y haciendo mucho para que pasara poco.
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Otro disparo al palo de Mwepu fue todo en el tramo final. Respiró Simeone, que con los cambios terminó de finiquitar el duelo. Correa tiró de piernas y se la puso a Carrasco, que aún le quedaba gasolina para ponerla en la esquina. El Atlético más ‘cholista’ se mete en los octavos.