El Galatasaray demostró que quiere ser uno de los principales favoritos en el que seguramente es el grupo más abierto de todos. Efectividad, pegada, gol y seguridad defensiva añadido al infierno turco que forman sus aficionados fue una mezcla demasiado potente para un Lokomotiv asustado.
Llegó el gol de forma muy temprana que desencalló el plan defensivo de los rusos. Fue un golazo de Garry Rodrigues quien recibió el balón en la punta izquierda del área, amagó con el tiro dos veces dejando a sus marcadores atrás y soltó un latigazoraso que superó la marea de piernas y que llegó a tocar el portero del Lokomotiv sin fortuna.
Con los de Moscú todavía noqueados, de forma incomprensible falló Akbaba tras su remate de cabeza a placer que mandó por encima del travesaño. El Galatasaray tendría una tercera ocasión consecutiva en las botas de Garry que intentó repetir la jugada del gol pero esta vez su disparo se marchó desviado del poste derecho. La más clara para el Lokomotiv la tuvo Farfán antes del descanso tras un saque de esquina pero falló a la hora de rematar y se marchó el balón poco por encima del travesaño.
Ya en la segunda mitad, el Lokomotiv salió consciente que necesitaba un gol para rascar un punto como mínimo del infierno turco. Miranchuk lo probo desde el borde del área pero se encontró con una excelente mano de Muslera. La réplica no tardó en llegar y Papa Ndiaye en una jugada parecida a la de los rusos, remató desde la frontal obligando a Guilherme a realizar una fantástica parada.
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Diez minutos más tarde acabaría llegando el gol de la sentencia. Otro golazo. Derdiyok de libre directo raso la coló dentro. Los turcos con sendos disparos de Garry y Akbaba pudo ampliar la distancia en el marcador pero el tercero llegó desde los once metros ya en tiempo añadido, obra de Ínan. El empate entre Porto y Schalke los deja como líderes en solitario del grupo D.