Sergio Ramos trata de excusar sus palabras al acabar el encuentro europeo de Múnich, cuando las cámaras le captaron maldiciendo a París (se entiende que a su actual club, no a la capital gala), pero su justificación suena, como mínimo, poco creíble.
El exmadridista trató de desmentir en sus redes sociales que hubiese dicho "la puta que parió a París. Su puta madre" tras el encuentro.
Así, en su cuenta de twitter escribió: "No suelo entrar en estas cosas, pero no quiero que se dé por bueno algo que no se ha producido. En ningún momento digo París, hago un sonido de decepción "pssss" o "pfff"... en el contexto de una expresión (malsonante, eso sí) que decimos habitualmente en el fútbol. No inventemos ni busquemos donde no hay".
El aluvión de críticas recibidas por el defensa central a raíz de su polémica frase captada a la conclusión del encuentro ha obligado a Ramos a capear el temporal.
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La misma noche del enésimo KO europeo de los galos, el de Camas ya se pronunció en sus redes sociales: "Profundamente decepcionados por vosotros y por nosotros. No estuvimos al nivel que requiere la #UCL. No supimos manejar los detalles clave y se nos escapa el principal objetivo. Es doloroso, pero los campeones renacen de la derrota y se forjan en la adversidad. ¡Volveremos!".