Victoria plácida y efectiva para el Borussia Dortmund en el infierno turco del Vodafone Arena. El equipo que dirige Marco Rose mató el partido antes del descanso y no sufrió para llevarse los tres puntos en la jornada innaugural.
Comenzó mandando el cuadro turco, con Miralem Pjanic al frente de la nave de Yalcin. De las botas del bosnio, ex del Barça, nacieron las jugadas más peligrosas de las ‘águilas negras’ en el primer tramo, como la que terminó con un disparo a bocajarro de Batshuayi que despejó Kobel.
Las pilas del campeón otomano se fueron terminando con el paso de los minutos y el Dortmund durmió el partido. Con el Besiktas bajo el efecto de la anestesia alemana, Bellingham abrió la lata con un disparo cruzado, a pase de Meunier, que se coló por debajo de las piernas de Destanoglu.
El gol de los germanos llegó para enterrar al Besiktas, que tras su buen arranque se encontró con una losa demasiado pesada que levantar. A partir de ahí, las cabalgadas de Haaland comenzaron a atemorizar a los turcos, que perdieron el mando del encuentro.
Fiel a la cita
Raro es el partido en el que Haaland no marca. Y el noruego lo sabía. Por eso, antes de que muriera la primera mitad, el ‘androide’ hizo buena una asistencia de Bellingham para duplicar la ventaja en el marcador, a placer ante el marco local.
Castigo excesivo para un Besiktas que perdonó al inicio y que, cuando bajó sus prestaciones, se encontró con un 0-2 como una montaña de alto. Y, además, no sufrió en el segundo tiempo el Dortmund para llevarse los tres puntos.
Los amarró con un juego práctico, cediendo el balón a los locales y enseñando las garras a la contra. Otra vez, el inglés Jude Bellingham, el mejor del partido, tuvo la mejor tras una jugada personal fabulosa en la frontal. El noruego Haaland también pudo ampliar la renta con un cabezazo, pero la suerte quiso que comenzase la Champions con ‘sólo’ un gol en su haber.
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Con su voluntad abnegada, el Besiktas tuvo el peso del juego pero eso no se tradujo en más que un par de llegadas que no supusieron ningún problema al meta Kobel hasta que Francisco Javier Montero ajustició, con la testa, al guardameta visitante en el descuento. Demasiado tarde llegó el tanto de las ‘águilas negras’, que merecieron más en el primer tiempo y murieron en la orilla tras una segunda mitad muy plana. Ya ha comenzado la Champions y Haaland sigue a lo suyo.