El Atalanta sigue siendo el Atalanta. No ha cambiado. Es un auténtico festival ofensivo. Tras su excelente papel la temporada pasada, los de Gasperini demostraron que las semifinales no fueron casualidad. Y bajo la fuerte lluvia que caía en suelo danés, hicieron pagar la novatada al Midtjylland, que recibió una dura bienvenida a la Champions en forma de goleada.
Los italianos salieron a por el triunfo desde el minuto uno. Lo tenían claro. No obstante, se encontraron a un Midtjylland de lo más valiente, que quería empezar su cuento de hadas particular en la máxima competición continental. Pero los locales apenas tuvieron opción. Zapata avisó dos veces y no perdonó en la tercera, recogiendo el balón dentro del área para abrir la lata.
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El encuentro, plagado de ritmo, se decidió antes del descanso. Papu, quién si no, hizo el segundo con un trallazo que entró tras golpear en el travesaño. Y Muriel acomodó el balón en la red tras aprovechar un rechace del guardameta. El segundo tiempo fue totalmente anecdótico, y tan solo sirvió para ver una 'delicatessen' de Miranchuk, que con la zurda, puso el 0-4 definitivo. La guinda definitiva a un partido donde el Atalanta necesitó tan solo 45 minutos para demostrar que va a luchar para estar en los octavos de final. Liverpool y Ajax ya temen a 'la Dea'.